intis.

He dejado caer mis recuerdos y deseos, aventuras y desventuras, amores y desamores...me presento como soy, andrógino, caos, orden, complicada y sencilla, triste y alegre...no vengo de un sólo lugar, vengo de todas partes...

martes, agosto 14, 2007

QUE VIDA DE RATAS!!!

Nunca me han gustado los ratones, ni siquiera esos blancos de laboratorio con ojos rojos y feos, lo siento, nunca han sido de mi gusto, pero algo extraño sucedió aquel particular dia mañanero de laboratorio, los tuve tan cerca de mi, y a la vez ellos estaban tan cerca de la muerte. Todos juntos en una jaula pequeña se encontraban cercano al mezón de trabajo grupal, el profesor nos dijo cómo las sacrificaría, que sentirían aquellas criaturas al introducir la anestecia y causarles un paro respiratorio, fue demasiado triste y fuerte...y por primera vez miré de verdad a aquellas despreciadas por tantos años en nuestra medio sociocultural...
Fue entonces cuando me sentí una rata, creo que todos hemos sido bastante ratas en alguna época de nuestra existencia, sea esta corta o larga, exitosa o mediocre, pero ratas al fin y al cabo. Examinadas por extraños, utilizadas para nuevos descubrimientos o aprendizajes, acariciadas a la lejanía y sientiendo tan cerca el ardor de la proeza escrita con tinta roja, la danza final de la vida e inútil resistencia ante los hechos escritos. Recuerdo una de las veces que fui rata, en ese entonces mi manipulador o causante de mi condición era mi pareja, que pareja!!!, usada como trapo de limpieza y elevando egos ajenos, sirviendo de excusa ante una nueva infidelidad o simplemente menospreciando mi existencia que incluía mi forma de amar...fui rata sucia ante sus ojos, rata que se aproximaba al acto final, rata de laboratorio, observada por tantos, asustada, inquieta, confusa, exaltada, quejumbrosa, viva y a ratos...muerta, esa fue una de las veces en que viví como rata...yo era aquella de ojos rojos pequeños, esqueleto inexistente, flexibilidad innata y cola larga y mi pareja era como ahora es el profesor...
El procedimiento avanzaba, no era capaz de ver tal muerte, no pude socorrer a mis hermanas ratas, cada minuto era uno menos para su trágico destino, luego de morir sus glandulas salivales, pancreaticas y su estomago sería molido para usas las enzimas y conocer como degrada nuestro cuerpo los macronutrientes de diversos alimentos..., debo confesar que lloré en aquel laboratorio, y con verguenza digo que me sentí una vez más una rata al no tener el valor sufuciente para impedir aquellos sacrificios educacionales .
Las que se salvaron de la muerte ese dia, de todos modos, morirían mañana en el siguiente laboratorio, al igual que todos nosotros cuando comenzamos el nuevo dia, en ascuas de saber si llegaremos al atardecer para dormir bajo techo y en la comodidad de una cama, en ascuas de saber si lograremos tal perdón solicitado, o si daremos el beso de las buenas noches..y miles de cosas más, si tendremos la fortuna de burlar al profesor y respirar hondo y profundo para poder seguir viviendo... aunque a ratos sea una vida de ratas!!!.