intis.

He dejado caer mis recuerdos y deseos, aventuras y desventuras, amores y desamores...me presento como soy, andrógino, caos, orden, complicada y sencilla, triste y alegre...no vengo de un sólo lugar, vengo de todas partes...

miércoles, enero 31, 2007

Inicio de la antigua profesión.

Me recuesto sobre la cama y comienzo a hacer el flash back del día de ayer.... ¿que hice?, realmente recorrer el escenario pasado es incrible, y no me arrepiento.Terminé con mi novio de 5 años, crecí junto a él, no fue el priemro, y ahora digo que tampoco el último, pero estuvo bueno, al menos mientras duró, ya quería otra cosa. Me fui de la ciudad a otra un poco, a decir verdad, mucho más caótica que la de mi antaño, pero con mucha más vida y hombres dispuestos a una noche de seudo amor. Me fui sola al pub recomendado por mis amigos de la ciudad visitada, puse en mi cuerpo contorneado y ya desarrollado el vestido corto y sin espalda que jamás antes usé, color cereza, me maquillé los ojos de negro y los labios de un sueve tono, los zapatos abiertos del mismo tono del vestido, además de unos cuantos condones en la cartera, porque cuando ando sin ella me siento hombre. Sabía lo que quería, ahora era cosa de conseguirlo. Llegué al lugar, se veían buenas ovejitas dentro del ganado, pero yo quería un lobito bajo ese traje. Me senté sola, nunca antes había hecho algo de lo mencionado, me senté y pedí una copa de champaña, había buena música, hasta canté un par de canciones, dando incluso las segundas voces. La hora avanzaba y aún estaba sola, apagué el celular para no recibir alguna llamada de mi ex y así no interrumpir el momento, claro a estas alturas, si es que llegaba dicho momento.
Sola, sin novio, hey pero porque quise, y con champaña en busca de un lobo que me quite las ganas de estar con uno, recibir otra bebida, recorrer otros recobecos , pasear por otra lengua y mezclar el sudor con otro desconocido, eso quería y al final lo tuve, y vaya que lo tuve.Ya estaba aburrida de ver a las jóvenes parejas besarse apasionada o tiernamente, me disponía dejar el local cuando un hombre mayor que yo, no viejo, se acercó a la barra y dijo dos más. Lo miré y le sonreí y comezamos a hablar, él era ingeniero, siempre me han salido ingenieros en el camino, pero bueno, nunca había atinado con uno, asi que me interesé y coquetié, aunque debo reconocer que la coquetería no me costó mucho, pues era muy atractivo. Mentí sobre algunos datos y omití otros, en realidad no me importaba hablar yo quería sexo. Nos besamos con pasión, o como dicen algunos con calentura, me tomaba el pelo con firmeza y ya podía sentir su entusiasmo.
Nos fuimos a un hotel y fue increible, tuve cuatro orgasmos, jamás en mi vida había logrado más de dos, y con suerte, descubrí miles de posiciones, buen amante el hombre, hace mucho no me lubricaba tan rápido, y los condones se hicieron pocos, gozé, reí, volví a gozar, dormí, fumamos cigarrillos, y gozé hasta la mañana....sí, y no me arrugo al decirlo.
A la mañana siguiente desperté y él ya estaba casi vestido, me besó la frente, no supe su nombre, le dije tantos la noche anterior, que sólo me limité a decir chao, jajajajaja, me miró y al irse dejó sobre la mesa unos 10 billetes de 10.000 pesos y sólo dijo nos vemos alguna vez en algun bar, gracias por el servicio.
Quedé impactada, pero esa misma tarde gasté el dinero en vestidos y zapatos y por supuesto ropa interior...

domingo, enero 21, 2007

Con la mano en alto y con ella una copa de mango sour, bebiendo, ahogando la nostalgia y la incapacidad de controlar el tiempo. Que pavor le tengo al reloj y sus manecillas, el placebo "quimico" recetado no es capaz de arrancar las raices de los recuerdos vagos de mi antaño. Era tan feliz y todavía lo soy, tan inocente, ya no, viviendo ilusionada aún.
Hoy veo el paso del calendario arrasando con las hojas del mes cada fin de mes, antes no solía percatarme del cambio de estación, hoy eso me parece casi una obligación. Solía sentarme al borde de la ventana, mirando caer las hojas secas de los arboles que se desnudaban en plena calle, más de una vez también fui un arbol desnudo, aunque claro, en un callejón. Admiraba la lluvia tan misteriosa, me imaginaba que los ojos del sol lloraban la ausencia de la luna y vicerversa, joven, esbelta, viva; así fui más de una vez. Reclamo la incapacidad de control del tiempo, vierto la pena en pañuelos de papel, tú ya no estas. Mantengo firme la copa para volver a llenarla, y llenar otra vez de detalles mi recorrido mental. Cuando la ví por primera vez sentí mi corazón estallar, sentía como la sangre que fluía en su cuerpo me pertenecía, como su mirada me recordaba la mirada de la que me vio por primera vez, sentía sus manos, sus labios, sus pies, su cuerpo. Tan pequeño cuerpo, tan fragil como una hojita seca de otoño y a la vez tan desafiante como el mar. Ahí en ese cuerpo se resumía mi vida y en él comenzaría otra. La amé tantas veces, toda mi vida, aún recuerdo su primer diente caído, llegó con él en las manos resongando, al momento siguiente me sonreía para dejar ver su hendidura bucal y corría por el pasillo a esconderlo. Hablaba tanto, desde pequeñita,bailarina, más que yo, sus bailes cada noche del viernes con sus tutus y zapallitas, sus clases, su risa al ser ella, su llanto en su tristeza, mi tristeza.
La primera vez que la ví con un novio, se me erizó la piel, me imagino la cara que habrías puesto Javier, al verla con otro hombre, al ver que ya no era una niña, tu niña,sino que ahora la deberías "compartir", creo que tan sólo lo acepatarías si fuera rockero y la amara,lo creo por tus palabras cuando caminábamos por las calles de Viña. Sin embargo no puedo dejar de traer al presente su primera desilución, no pude evitarla, esta selva le hará todo el daño que hace y yo tan sólo la puedo acompañar en su agonía y darle fuerzas para no caer. La amé tanto, tanto como a tí.
Lleno nuevamente la copa, ya se acabó, estoy sola, tú ya no estas acá, ella tampoco, las razones son distintas, lo sé, pero de igual forma lloro. El tiempo pasó, fue a la universidad, siguió nuestros pasos, estudió medicina, eso si, se especializó en sexología, ves???. Te extraño, aunque nunca me acompañasta con una copa y la borrachera acordada nunca se realizó.
Amor, ya no está, hoy se fue, un hombre, como tu alguna vez, se la ha llevado, al igual que tú, pidió su mano en matrimonio y mi pollita voló con él. Estoy feliz, ¿¿¿sabes???, me he emborrachado con felicidad, aunque tambien con tristeza, si pudiera volver al tiempo y traerte a este momento, pero el reloj avanza y avanza, las arrugas se marcan, los problemas de salud también, y ya me parece ver tu venida en busca de mi alma y un entierro de osamenta. Pero también veo a nuestros nietos jugando en el jardín que una vez jugaron nuestros hijos Krishna,ahora casada, Amanda, aún soltera, Ankatu y Francisco Javier, mis niños, ambos casados y con espera de bebés. Los veo jugando como jugamos nosotros, aún está la casa que les hiciste en el árbol, amor, aún estas en mi vida. Te amo.

lunes, enero 08, 2007

La última vez que lo ví , vestía trapos a amargos, el cabello le cubría los ojos, sus uñas habían sido arrancadas por los dientes y los nervios, sus manos estaban cansadas. Ése fue el día grité que no lo amaba.
Habíamos cambiado, ninguno era alguno, ya no eramos como antes. Vivimos 3 años, y nos amamos, sí, una vez nos amamos.
Recuerdo nuestra primera vez, realmente era la primera, como comenzamos, lentamente besándonos, acariciándonos y luego desvistiéndonos. En mi mente giraba la idea del detenerse, de esperar, pero bueno, no lo hice. Nos enredamos, nuestras piernas, nuestras lenguas, nuestros cuerpos, nuestras almas y nuestra vida. Lo amé... aún lo amo.
Siempre tenía en sus labios lo preciso, lo concreto, lo indicado, pero sus manos no siempre eran acertivas. Ya sus caricias no se ahogaban suavente en la embriaguez de mi cuerpo, ya las sábanas no eran frágiles como el perfume de sus labios, ya no recorria la carretera para llegar a un único beso.
Día tras día seguimos con la mentira del amor. La tierra mojada mecía los recuerdos de antaño, en una habitación no muy grande y una cama cómoda, las lámparas de noche y los libros que solíamos leer. Hoy hay polvo, una cama que nos separa y en vez de libros ceniceros llenos de cigarros que además son baratos.
Admito que tenía ganas de matarle, de enterrar el cuchillo que compramos juntos para que YO hiciera el rico asado alemán que había aprendido de mi padre, quería verlo sangrar, clamar por un perdón, al igual que yo clamé por un perdón para detener sus puños... , pero no lo hice, tan sólo me fui.
A la semana siguiente leyendo el diario que compre´en al esquina me encontré con la muerte, se había matado, pero yo ya lo había hecho antes... cada vez que él entumecía mi cuerpo con sus manos yo le enterraba el cuchillo para ver sangar su alma, enterraba en mi pecho con ademán de desterrarlo de mi corazón, escupía su nombre con asco y hoy sobre su tumba no pude llorar...ya había llorado suficiente, ya había ido a su funeral.